Después de casi cinco meses en huelga, ha llegado al fin el acuerdo entre el sindicato Writers Guild of America y la asociación de productoras, la Alliance of Motion Picture and Television Producers. Han sido cinco días de negociación que se alargaron más de lo previsto por los múltiples matices que implicaban los acuerdos acerca de la IA y cómo va a afectar su uso a los guionistas en el futuro.
Ahora las negociaciones entran en una fase de aprobación y ratificación del contrato por ambas partes, pero todo apunta a que se va a superar sin problemas: desde el domingo por la noche los piquetes están suspendidos y este mismo lunes se va a votar para formalizar el fin de la huelga. Por el momento, sin embargo, la acción está oficialmente en pie y hasta una aprobación definitiva del sindicato no se detendrá.
La aprobación vendrá, por una parte, de los consejos este y oeste de la WGA, y después se ratificará por los 11.000 miembros del sindicato. «Aunque estamos impacientes por compartir los detalles de lo que se ha conseguido», afirma la WGA, «no podemos hacerlo hasta que no se hayan terminado de poner los últimos puntos sobre las íes».
La WGA reconoce que ha sido la solidaridad de todos los guionistas y el funcionamiento y la presión de todos como un bloque lo que ha llevado a conseguir sus demandas: «Lo que hemos ganado en este contrato (…) se debe a la voluntad de estos afiliados de ejercer su poder, demostrar su solidaridad, caminar codo con codo, soportar el dolor y la incertidumbre de los últimos 146 días. Es la influencia generada por la huelga (…) lo que finalmente ha hecho que las empresas vuelvan a la mesa para llegar a un acuerdo«.
Las revindicaciones que se han llevado a cabo no han sido especificadas, pero algunos de los puntos que la WGA veía imprescindible tratar eran el uso de la IA, el pago justo de residuals tras la emisión de las series y películas en plataformas de streaming (porcentajes adicionales al sueldo y que varían en función de la recaudación e ingresos de las producciones) y una recuperación de las «salas de guionistas», en desuso desde que las plataformas habían impuesto un sistema basado en «minisalas».
Quizás a efectos prácticos para los espectadores, lo que más vaya a notarse sea el tema de los residuals: si las cifras de audiencia y visionado de películas y series se vuelven más transparentes para que los guionistas cobren con más justicia, los espectadores y clientes de las plataformas también tendrán acceso a unos datos que en la mayoría de las plataformas son tremendamente opacos. Ahora será más sencillo determinar cuándo una serie ha sido un éxito o un fracaso.
Ahora solo queda por ver qué efecto tiene la resaca de la huelga. A los 5.000 millones de dólares en pérdidas que se calcula que ha generado el parón de cinco meses, lo que posiblemente se traduzca en un nuevo curso mucho más discreto en cuanto a producciones de riesgo, se suman los rodajes que se han visto paralizados en ese tiempo. Posiblemente hasta primavera del año que viene estemos percibiendo un receso en el número de estrenos… y eso sin contar con que los actores y actrices siguen en huelga, por supuesto.
Fuente: Xataca